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El Purgatorio | #Columna #Ehécatl por Guillermo Xelhuantzi Ramírez



El Purgatorio | Es un credo común en todas las culturas la creencia religiosa de una vida más allá de la muerte. Según la religión católica, después de fallecer el individuo, su alma es juzgada y de acuerdo con el comportamiento que haya tenido va al cielo, al purgatorio o al infierno. Esta cosmovisión tiene vital importancia por la concepción de un juicio Universal que ocurrirá cuando Jesús juzgue a los vivos y muertos tras ocurrir el fin del mundo .La idea del purgatorio es un punto central en la teología cristiana y ha creado en el imaginario colectivo distintas forma de percibir y explicar la muerte. Esto lo podemos observar en las representaciones iconográficas del arte religioso o en las creencias populares como la festividad de Todos Santos y Día de Muertos, cuando se celebra a las animas de los accidentados, de los ahogados, los niños del limbo, el ánima sola que son aquellas almas que han sido olvidadas por sus familiares, etc. Otra representación esta en las devociones populares como la cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio que en el inicio de la Colonia fueron implantadas por los franciscanos gozando de un gran auge durante los siglos XVII y XVIII, decayendo hacia el siglo XIX; ya ni que decir de las creencias colectivas sobre la aparición de las animas de los difuntos. En este artículo se aborda la importancia que otorgaron los religiosos del siglo XVII al concepto de purgatorio como instrumento de evangelización.


El Purgatorio

La existencia del purgatorio fue proclamada dogma de fe por la iglesia en el Concilio de Trento (1545-1563). En este Concilio se ordenó a los sacerdotes predicar a los feligreses la existencia del purgatorio y erradicar todo vestigio de supersticiones en torno a las ánimas de los difuntos.


Con el advenimiento del pensamiento protestante, los sacerdotes católicos empeñados en defender los dogmas de la religión católica, escribieron numerosas obras sobre la existencia del purgatorio, ejemplo de ello es el manuscrito del presbítero y catedrático de la Universidad de Zaragoza, Martin de Carrillo titulado Explicación de la Bula de los Santos Difuntos, publicado en 1602. Un ejemplar de esta obra se resguarda en el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala en la colección de libros del convento franciscano de Tepeyanco. La obra del doctor Martin Carrillo tenía dos objetivos: evangelizar a los fieles para evitar la propagación de las ideas protestantes y desterrar las creencias populares que existían sobre el purgatorio. Las obras sobre la existencia del purgatorio generalmente se publicaban en lengua vulgar, como la castellana, pues su finalidad era evangelizar al pueblo, por ello el catedrático realizo su argumentación de acuerdo al tipo de lector


Y así lo he acomodado a todos para el vulgo los ejemplos y razones llanas y para los doctores sentencias y lugares de doctores, en donde pueda el curioso esparcirse


Los temas abordados en su libro son: la existencia del purgatorio, su localización y las penas que en el padecen las animas, rechazaba la teología protestante que afirmaba que el alma del fiel iba directamente a la gloria; Carrillo argumentaba que el hombre era un pecador y por ende, el alma antes de llegar a la presencia de Dios debía expira los pecados cometidos. La existencia del purgatorio era comprobada por el doctor Martin Carrillo recurriendo a varias citas bíblicas, por ejemplo el salmo 65 que el Rey David realizo en honor de las almas gloriosas. Para los teólogos en general, otra forma de comprobar la existencia del purgatorio es a través de las enseñanzas de los Santos Doctores de la iglesia, Santo Tobías por ejemplo, predicaba que el creyente debería dar pan, vino y comida a los pobres, a su vez esto debería orar por las ánimas y aliviarlas del sufrimiento. El doctor Carrillo describió una antigua costumbre realizada en España durante la festividad de las ánimas:


Antiguamente, sobre las sepulturas de los difuntos en los cementerios o campos donde se enterraban, ponían altares los sacerdotes y allí comulgaban a los fieles, en reverencia y honra de los difuntos y a más de esto dejaban sobre la sepulturas, diversidad de viandas, cosas de comer, creyendo que los difuntos comían o que las almas andaban siempre, cerca de las sepulturas de sus cuerpos.


Para evitar que las creencias populares desvirtuaran la devoción a las ánimas, la iglesia prohibió tajantemente la tradición de poner en las tumbas comida u ofrendas. En la cosmovisión católica el hombre por ser pecador está condenado a la perpetua privación de la visión de Dios, pero el Hijo de Dios, Jesucristo con su crucifixión, instituyo los medios de salvación para el hombre, que se llaman sacramentos. El sacramento de la penitencia facilita el perdón de los pecados, convirtiendo al pecado en una pena temporal. Para los teólogos si un fiel se reconcilia con Dios, no siempre se le perdona toda la pena temporal de los pecados o no le da tiempo de pagar el daño que cometió en la vida, por eso, al morir su alma va al purgatorio, donde se purifica y limpia el alma antes de llegar al cielo.


Las oraciones que los fieles realizan por las ánimas ayudan a aliviar un poco las penas que estas padecen, así Dios les perdona sus faltas y pueden ir al cielo. Los feligreses deben realizar misas por las ánimas cada 3, 9 y 40 días, según lo estipulado por la iglesia. La información recopilada por el doctor Carrillo señalaba que la festividad de las ánimas del purgatorio tuvo su origen en un sucesos acontecido a un religiosos de Jerusalén que se dirigía al monasterio Cluniace ubicado en los montes despoblados de Sicilia, junto al volcán Etna, en su trayecto el religiosos se encontró con un ermitaño que le pregunto si conocía al abad Odilón del monasterio Cluniace, el religioso respondió que se dirigía al monasterio entonces el ermitaño:


Rogole con encarecimiento grande de su parte, le dijiese al abad como los demonios en el volcán de Sicilia blasfemaban de el y de sus monjes porque les quitaba su poder muchas almas, por sus oraciones y sacrificios, por lo tanto, que de parte de Dios le exhortaba insistiese en esta obra, por librar de tanta aflicción a las animas que en el purgatorio padecen


Después de escuchar atentamente este relato el abad instituyo la festividad a las ánimas del purgatorio. Una controversia sostenida entre los teólogos del siglo XVII fue acerca de la ubicación del purgatorio, punto que a continuación desarrollamos.


Los cuatro infiernos y su localización

Señalaba el catedrático de la Universidad de Zaragoza que los doctores y teólogos católicos tenían diversas discrepancias en torno a la localización del purgatorio, dado que en la Biblia no se determina su ubicación.


Las opiniones imperantes en el siglo XVI decían que las almas eran purgadas en aquellos lugares donde pecaron o en el sitio que Dios les asignaba. La mayoría de teólogos sostenía que el purgatorio se localizaba en la región de los aires, donde las almas que subían al cielo eran detenidas para expira sus penas, otros decían que las almas eran purgadas en el infierno. La hipótesis que compartía el catedrático Carrillo y los teólogos de su época señalaba que el purgatorio está ubicado en el centro de la tierra, cerca del infierno. Esta hipótesis afirmaba que en el centro de la tierra, en este lugar había cuatro lugares llamados infiernos a donde iban las almas, cada uno con cualidades distintas.


El lugar más profundo es el infierno donde van las animas que mueren en pecado mortal, en línea ascendente estaban el limbo, el purgatorio y por último el Seno de Abraham, que estaba más cercano a la superficie terrestre El infierno es morada de los demonios y es el lugar más profundo del centro de la tierra, en ese lugar no hay regocijo ni gozo, solo hay dolor, llanto y tristeza. El infierno es la suma de las suciedades y corrupciones del hombre, por ello también se le denomina Tártaro, creado por Dios para atormentar y afligir a las animas que murieron en pecado mortal. Algunos teólogos en el siglo XVII especulaban sobre la distancia que había del infierno a la superficie de la tierra:


Y aunque por la razón de las matemáticas que dan a la tierra veinte y dos mil millas, que se reducen a seis mil y trecientas lenguas españolas, que sacando el diámetro de este círculo como lo enseñaron los matemáticos serán dos mil y cuatro lenguas y la mitad de dicho diámetro serán 1002 lenguas [..] y conforme esta computación, el infierno estará de la superficie de la tierra a 1002 leguas, pero los theologos no han querido determinar por ser incierto.


Los tormentos que padecen las animas en este lugar son indescriptibles, el fuego del infierno es corpóreo y material, tanto las llamas como los demonios atormentaban a las animas por la eternidad. El segundo sitio en línea ascendente es el Limbo de los niños, a este lugar van las almas de aquellos niños que murieron sin recibir el bautismo, las animas que moran en este sitio continuaran perpetuamente en el sin tener la esperanza de llegar a la gloria. En este lugar no existe fuego ni las almas son atormentadas, no padecen penas de sentido ni de daño, ni siente tristeza, esto se debe a que las almas no tuvieron pecados veniales ni mortales. La única pena que padecen señalan los teólogos, es estar privadas de la presencia de Dios.


Después del limbo, en línea ascendente, se encuentra el purgatorio y posteriormente el Seno de Abraham o limbo de los Santos Padres. A decir de los teólogos Dios creo este lugar para los hombres justo que no tuvieron la dicha de conocer la palabra de Jesucristo quien, al morir descendió a este lugar para llevar las almas de los justos a la gloria eterna. Se llama Seno de Abraham, por ser el primero que creyó en la Salvación y en el misterio de la encarnación. El Seno de Abraham esta sellado pues ya no hay animas en el desde que Jesús las llevo a la gloria.


Las penas del Purgatorio

Las penas que sufren las ánimas en el purgatorio son de sentido y de daño. La pena de sentido consiste en que el ánima es privada de la presencia de Dios; las penas de daño son la purificación de los pecados por el fuego. Para los teólogos es una incógnita el tiempo que las animas pertenecen en el purgatorio, no obstante, argumentan que las almas necesitan de las oraciones y misas para soportar el fuego del purgatorio, los demonios no puede atormentar a las ánimas del purgatorio por estar confirmadas por la gracia del bautismo. En su manuscrito Martin Carrillo describe la forma en que purgan los pecados las ánimas:


Son atormentadas con el fuego material del infierno, como instrumento de la divina justicia, uniéndose y incorporándose el fuego, de la manera que el cuerpo estaba unida con el alma


Las ánimas del purgatorio se aparecen a los fieles por los siguientes motivos:


1.- El demonio con permiso de Dios trae un alma a la tierra para apartar a los fieles del camino recto.

2.- Se aparecen las animas con permiso de Dios y guiadas por los ángeles para beneficio de las almas y para aprovechamiento de los fieles.

Las apariciones más frecuentes de las animas , según lo indicaba Carrillo, son obras del demonio que se aparece en forma de algún familiar difunto, o incluso en la forma de un Cristo crucificado como le aconteció a San Antonio, a traves de estas apariciones el demonio persuade a los fieles a caer en el pecado, pero aclara el sacerdote:


Las almas así del infierno como del purgatorio y del cielo se aparecen por permisión divina, para los efectos dichos, con esta diferencia, que las almas del infierno si se aparecen, vuelven al lugar del tormento, del cual no hay rendición ni remisión algunas […] pero las del purgatorio salen para no volver allá, porque después de haber purgado sus penas vuelan y suben a la celestial Hierusalem, morada de los bienaventurados.”


Las animas tienen la certeza de su salvación, fundada en la esperanza y en el temor a la justicia divina, si alguna anima no tiene esperanza se debe a un gran sentimiento de pena que no le permite pensar en el perdón o porque Dios no le ha dictado su sentencia. Aclara el sacerdote que las diversas interpretaciones sobre la existencia y penas en el purgatorio se deben a que la interpretación teológica de un pasaje de la Biblia posee cuatro sentidos: alegórico, anagógico, literal y moral:


Y un lugar de escritura se puede entender en uno de los cuatro sentidos y es muy ordinario entender un solo verso en sentido moral y tropológico, que en sentido literal se entiende de otra manera.


Pone como ejemplo el salmo 77 que en sentido literal significa que a los israelitas Dios les otorgo el roció del cielo para su mantenimiento, en tanto que en sentido espiritual o alegórico se interpreta como cuerpo de Cristo simbolizado en la Eucaristía.


Conclusiones

El purgatorio es un concepto central en la teología católica, por medio de esta creencia el fiel explica y concibe una vida después de la muerte. Ciertamente fue una preocupación para los teólogos del siglo XVII erradicar las creencias paganas que giraban en torno a la idea del purgatorio en España y el resto de Europa en el siglo XVII. En el imaginario social encontramos latente la idea de una vida después de la muerte, testimonio de ellos son las numerosas leyendas que circulan en torno a la aparición de las animas que solicitan ayuda a los fieles para el perdón de sus pecados o de aquellos fantasmas que andan penando por los cementerios o lugares donde cometieron alguna falta .Como antaño el purgatorio seguirá siendo objeto de discusiones teológicas, si bien el culto de las animas va decayendo con el auge de la modernidad. por Guillermo Alberto Xelhuantzi Ramirez by #AgenciaInformativaGraphosCc

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