#GraphosCc #Tlx #Noticias #BarradeOpinión #Columna #LACOTIDIANIDADDELASMUJERES | ¿Pero de qué se trata?
He posteado y replicado muchas noticias respecto el decreto por el que se reforman y adicionan diversas leyes a partir de la reforma constitucional en materia de igualdad sustantiva, claro que estoy contenta como mujer, como feminista, como persona perteneciente a esta generación, como mujer con discapacidad, como alguien que ve en la perspectiva de género todas las posibilidades que la herramienta genera.
La parte que me preocupa, es si realmente las personas a las que toca operar y hacer efectivas dichas reformas, podrán comprender la magnitud de la responsabilidad y del contenido de lo que significa garantizar la igualdad sustantiva y la incorporación de la perspectiva de género en diversas áreas de la vida pública y privada.
Mientras dediqué mi vida a la administración de justicia, pude enfrentar los desafíos que representaba juzgar de una manera diferente, al principio como ocurre con casi todo, hubo resistencias de las y los juzgadores y las personas que les acompañan en su función, pero debo reconocer que los órganos impartidores de justicia tienen la bondad de contar con personal que se está capacitando de manera permanente, de ahí que obligado y no, el funcionariado judicial empezó a comprender qué las funciones constitucionales otorgadas, no pueden lograrse si no se mira como punto de partida y de llegada a los derechos humanos y evidentemente a la igualdad.
Cuando tuve la oportunidad de ser candidata, por primera vez en mi vida, al recorrer mi Estado, los 60 municipios, encontré varias coincidencias, una de ellas fue que los estereotipos de género están presentes de una manera muy arraigada, entre las personas de las comunidades, y que al no comprender que se normaliza lo que no es normal, como por ejemplo la violencia, se reproducen generaciones que violentan los derechos -entre otros- de las mujeres.
Recuerdo que otorgaba como promoción un violentómetro, y había personas -sobre todo hombres- que me preguntaban sorprendidas por qué las mujeres ya no tenían que pedir permiso, o por qué se les estaba dando todo el poder, si descuidaban a sus familias por eso, como si hablar de igualdad significara rebelarse ante las familias tradicionales, nada más alejado de la realidad, se trata de visibilizar lo que hemos comprendido como natural en nuestra convivencia diaria, y empezar a desterrar lo que afecta la dignidad de las mujeres y de las personas. Tanto por hacer y por enfrentar.
Por eso la responsabilidad de hacer efectivas las reformas constitucionales y legales no pueden recaer solo en el Estado, pero sí de manera muy exigente y comprometida en las personas operadoras de los servicios públicos, de la administración de justicia y de quien se dice servirle al Estado.
Un ejemplo de enfrentar un desafío con responsabilidad es el que emprendió el Poder Judicial de Guanajuato, hace unos meses con gran visión, inició una capacitación exhaustiva entre todo su personal a partir de la emisión de Alerta de Violencia de Género en municipios de su territorio, lo que se traduce en una forma responsable de empezar, ¿cómo pedirle a las personas que cumplan con un deber, si no comprenden la magnitud, el concepto y las herramientas que tienen para lograrlo?, ¿Cuántos estados de la república que tienen alerta de violencia de género han iniciado de esta manera? Casi ninguno.
Dicen que es de sabios cambiar de opinión, y eso sucedió en el Poder Judicial de mi entidad, pues no podía concebirse cómo un avance tan importante como el establecimiento de un espacio especializado para atender casos de violencia contra las mujeres fuera opacado por un desafortunado nombramiento, a tiempo, quienes toman decisiones administrativas, reconsideraron y nombraron a una persona con carrera judicial, las opciones -hoy, solo a nivel de interinato a propósito de los cambios producto de la reciente reforma judicial-, podían ser para muchas personas que por años se han preparado en temas de género y derechos de las mujeres, trabajo que iniciamos desde 2010. Recordemos que una observación del noveno informe periódico de CEDAW consistió en hacer rendir cuentas a aquellas personas juzgadoras que no cumplan con sus obligaciones en materia de no discriminación contra las mujeres. Parece que ahora ante un marco normativo mucho más robusto, completo y dinámico, la exigencia debe hacerse patente.
Fin de año. Celebramos la culminación de un año más, gracias a este importante medio de comunicación por su cobertura respecto los derechos de las mujeres, 2024 termina con avances normativos que impactarán en la vida cotidiana de las mujeres, pero todavía con un número creciente de violencia hacia nosotras, por eso queridas personas lectoras, y mujeres comprometidas con los derechos de las mujeres, no podemos dar marcha atrás, ni desanimarnos, deseo que para el 2025, nuestro trabajo, nuestras aportaciones, nuestro quehacer ciudadano, y nuestra responsabilidad social, en concordancia con el quehacer y responsabilidad del Estado Mexicano, haga posible que las mujeres vivamos en un México sin violencia, suena idealista, ya lo sé, ¿pero qué sería del mundo sin los sueños y los ideales?. Feliz 2025. Por Elsa Cordero Martinez by #AgenciaInformativaGraphosCcTlx
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