#GraphosCc #Tlx #Noticias #BarradeOpinión #ColumnistaInvitado | Enfermedad endotelial crónica, la otra gran “epidemia” del siglo XXI.
En el mundo mueren más de 30 personas mayores de 40 años por segundo por enfermedad cardiovascular ateroesclerótica (ECV), tres veces más muertes que las registradas por COVID -19 (SARS Cov2) en el 2022, sobre todo en países desarrollados donde el riesgo de desarrollar ECV después de los 40 años es más de 49% para hombres y de 32 % de probabilidad para mujeres.
En nuestro país la ECV es la principal causa de morbi-mortalidad. La enfermedad cardiovascular incluye a la enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica, a la enfermedad cerebrovascular y enfermedad arterial periférica, todas tienen en común el involucro al endotelio, el cual se encuentra en toda la economía del cuerpo humano. El endotelio es la capa más íntima o más interna de los vasos sanguíneos cuya función principal es regular el flujo y perfusión sanguínea a todos los tejidos a través de cambios en el diámetro y el tono vascular, el daño endotelial crónico induce un estado pro-inflamatorio, pro oxidativo y pro trombotico, que finaliza en un infarto cardiaco y/o cerebral.
La enfermedad endotelial es causada por múltiples factores que pueden ser modificables (tabaquismo, sedentarismo, sobrepeso u obesidad, el incremento de la grasa visceral, la resistencia a la insulina, hiperglucemia, hiperlipidemia, apnea del sueño, alteraciones en la microbiota intestinal) y no modificables (edad, sexo, etnia o raza, carga genética). Muchos de estos factores se consideran mayores porque tiene un impacto significativo en los desenlaces fatales y son necesarios para calcular la probabilidad de sufrir enfermedad cardiovascular a 10 años (de acuerdo a la calculadora de riesgo que se desee utilizar, SCORE, Framingham), entre ellos; Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial, dislipidemia, tabaquismo o conjuntamente en el síndrome metabólico; que inducen un estado de glucotoxicidad, lipotoxicidad, formación de radicales libres, incremento de citocinas inflamatorias, favoreciendo todos los estados de la aterogénesis.
Otros factores no menos importantes que debemos considerar son los factores psicosociales como estrés laboral o familiar, recursos socioeconómicos bajos y trastornos afectivos como depresión, que cada día toman más relevancia clínica.
El surgimiento de nuevos medicamentos como los iSGLT2 (inhibidores de co-transportador de sodioglucosa tipo 2) o agonistas GLP1 (Polipéptido similar a glucagón-1) en los últimos años para disminuir el riesgo cardiovascular y mejorar el pronóstico de los pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, y llevarlos a metas de control hace pensar que es mucho más rentable promover estilos de vida saludables desde edades más tempranas e implementar nuevas políticas que promuevan el cuidado y promoción a la salud.
Por ello es importante incidir en los factores modificables desde casa, favoreciendo el autocuidado a través de la actividad física (5 a 7 hrs de ejercicio moderadamente intenso, donde se incluya movilidad, fuerza y ejercicio aeróbico), evitar exposición al tabaco, realiza una dieta saludable baja en grasas saturadas y rica en productos integrales, verduras, fruta y pescado. Reducción del peso (7 a 10%) en caso de sobrepeso u obesidad. Adecuado control de la tensión arterial, disminución de la ingesta de sal (menor de 6 gr/día), disminución de lipoproteínas de baja densidad en la sangre y de triglicéridos, e incremento de lipoproteínas de alta intensidad. Control de la glucosa, evitando azucares simples o alimentos con índice glucémico alto.
Acude con tu médico o medico internista de manera oportuna para una valoración clínica integral aunque no presentes ninguna enfermedad crónico degenerativa, sobre todo si tienes más de 35 años y cuentas con alguno o muchos factores de riesgo, dentro de las medidas a realizar calcularemos y valoraremos la probabilidad que tienes de sufrir un infarto a 10 años (riesgo cardiovascular), para implementar estrategias farmacológicas y no farmacológicas de una manera individualizada, estableciendo metas objetivas, tangibles y viables en nuestro medio, que contribuyan a mejorar tu calidad de vida y disminuir tu daño endotelial. Por Dr. Beristaín Zempoalteca Omar Nahúm. Médico especialista en Medicina Interna by #AgenciaInformativaGraphosCcTlx
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