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Muchas críticas pocas propuestas | Este próximo agosto cumpliré 10 años trabajando con mi propio manual de música. 10 años de una lucha constante librando altibajos. 10 años que se traducen en miles de alumnos, padres de familia y directivos que, han sido testigos del alcance e impacto benéfico de este manual.
Pero más allá de los números, esta batalla que aún continúa, tiene una constante. Alguna vez oí en la universidad la historia de los cangrejos en la cubeta, y en ese entonces, recuerdo que el catedrático, hacía hincapié en que solo al mexicano le pasaba. Es mentira, los años me han probado que en cualquier lugar del mundo hay cangrejos.
La apatía de los colegas es el primer obstáculo.
¡Cómo voy a impartir con tú libro!
Hace poco más de dos años, tuve la oportunidad de platicar con el entonces secretario de Educación Pública y amablemente me hizo saber su punto de vista con respecto a mi manual. Recuerdo que, con una ligera sonrisa culminó su idea diciéndome, “Pues muchos podrán darte opiniones, las personas siempre serán críticos, incluso yo, podría sugerirte cambios para que se utilizara tu libro en las escuelas públicas del estado, por qué no, algún día, también en todo el país. Pero aquí lo importante es que hay muchas críticas, pero nadie propone. Es algo que te aplaudo y felicito porque tú si estás haciendo algo”
En una de las tantas reuniones que tuve con los directivos de tantos colegios, hubo una que se me quedó muy bien grabada en la mente. En ese entonces la directora general escuchó mi presentación y completamente motivada, dijo que llamaría a su maestro de música para que el diera su punto de vista y escuchara mi propuesta, y por supuesto, después de eso, firmar contrato para trabajar con el manual.
El joven profesor, muy educado, me saludó de mano y se colocó a mi lado. Atento permaneció mientras su directora le contaba de manera resumida los objetivos y metas del proyecto. Accedió a tomar uno de los manuales y atento vio un par de videos que en ese entonces cargaba siempre conmigo en el celular. Todo iba avanzando de manera excelente hasta que preguntó si era yo el autor.
Una vez confirmada su pregunta su sonrisa se esfumó. Incómodo, volvió a hojear el libro y empezó a sugerir cambios, a señalar contenidos no necesarios, a cuestionar si yo sería quien lo capacitaría para utilizarlo. ¿Dónde estudiaste? Concluyó.
Antes de iniciar este proyecto visité academias, escuelas públicas y privadas. Probé diferentes estrategias hasta que encontré ese modo de llegar al producto que buscan los alumnos, satisfaciendo las necesidades y objetivos de los directivos y al mismo tiempo los gustos y preferencias de los padres de familia.
Con el objetivo de enseñar al alumno a comunicarse a través de un instrumento musical y fomentar sus buenas relaciones personales con sus semejantes a través del trabajo en equipo, nació este proyecto en el 2012. Y pese a la incertidumbre, que a veces llegar a empañar un exitoso futuro. Camino positivo hacía adelante, permitiéndome aprender todos los días.
Y si se preguntan si es que en esa reunión se logró concretar el contrato, la respuesta ya la deben imaginar. “No le pidas peras al olmo”. por Guillermo S. García by #AgenciaInformativaGraphosCcTlx
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